Tribuna libre: La espada de Damocles

Días de reposo, días de descanso y reflexión. Aunque esta tranquilidad pueda resultar tan solo aparente, como la dicha de Damocles mientras disfrutaba de los mejores manjares, desconocedor de que sobre su cabeza pendía una espada sujeta por una crin de caballo.

Así nos han tenido a nosotros desde el pasado 12 de febrero, con la espada del cierre del Colegio cimbreando sobre nuestras cabezas y sujeta por un frágil hilo: una respuesta. Bien, hasta aquí todos hemos sido conscientes de esa situación, y en nuestro favor cabe decir que la hemos sobrellevado con enorme decoro y con una gran determinación en hacer presente la defensa de nuestros derechos.

Lo que me mueve a enviar esta tribuna a esa web, no es otra cosa que INFORMAR sobre mi intención personal de NO ACUDIR a esa próxima reunión del día 3 de mayo, a salvo de nuevas decisiones de la Coordinadora. El motivo es la continua situación de inferioridad en que hemos tenido que ejercer nuestra misión de representar y defender los derechos de nuestra comunidad educativa. Intentaré explicar lo más brevemente posible a que me refiero.

Quiero recordar que al principio del conflicto, y sin ser yo ningún representante oficial de ninguna de los colectivos afectados (ni Consejo Escolar, ni AMPA, ni la extraoficial Coordinadora) se consideró adecuado encomendarme, en mi condición habitual de Letrado, la labor de interlocutor al objeto de abrir vías de diálogo tanto con los asesores jurídicos de la Compañía de María, como directamente con la propia Orden. Así se lo transmití a la religiosa Concepción Aguilar y a su representante legal el Sr. Luis Bello. Este último declinó en primera instancia toda interlocución sin la previa encomienda de su cliente, y poco después de recibir la oportuna autorización comenzamos a mantener unos primeros contactos. Fruto de estos primeros contactos con Concepción Aguilar y el Sr. Bello nació la convocatoria de la primera y única reunión celebrada en Madrid el pasado 20 de marzo. Una semana antes de la misma facilité una copia de nuestro Avance de Plan de Viabilidad al Sr. Bello y expuse personalmente el mismo a Concepción Aguilar con motivo de su visita a Santander. A pesar de ello la Compañía de María planteó la reunión con su Equipo Provincial con la exclusiva finalidad de escuchar nuestra propuesta y anticipando que no habría ni debate ni decisión sobre la misma.

Sorprendentemente en aquella reunión fuimos tratados como un enemigo en un clima de evidente e inmerecida hostilidad, reprendidos por el mucho daño que habíamos causado a la buena imagen de la Compañía de María, regañados por las posiciones amenazantes de determinados artículos de nuestra web, “avisados” de la inconveniencia de mantener cualquier postura de presión, y finalmente cuestionados, por sus abogados, por algunos aspectos de nuestro Plan, a pesar de que la reunión era solo para escuchar. Fue la primera gran muestra de que en ningún momento íbamos a ser tratados en posiciones de igualdad. Quienes asistimos a aquella reunión, aguantamos estoicamente el chaparrón y callamos (eso sí a los dos días remití un mail al Sr. Bello dejándole constancia de mi reprobación por la actitud mostrada, y haciéndole saber que en esas condiciones no contase con mi colaboración como interlocutor). Fue una prudente posición para no provocar una ruptura del previsible diálogo que a partir de entonces debía iniciarse.

Sin embargo la realidad ha sido bien distinta, y el previsible diálogo intermedio, que siempre hay en todo proceso de confrontación de posiciones, se ha tornado en un enorme silencio que ya dura 1 mes y 9 días. Y no resultando suficiente, avisan de la próxima reunión pero sin dejar vislumbrar ni un esbozo de esa postura o decisión tanto tiempo estudiada. Ante esta situación me dirijo de nuevo al Sr. Bello (simplemente por haber sido elegido por ellos mismos como interlocutor para fijar la reunión, entre otros pedidos), para solicitar me remita información sobre el contenido de la respuesta de la Compañía de María y de aquellos aspectos que pudieran requerir un estudio previo por nuestra parte. Es derecho elemental que cada parte pueda conocer las pretensiones de la otra para estudiarlas e intentar rebatirlas en lo no coincidente. Ese elemental derecho se nos ha negado permanentemente desde el pasado 12 de febrero, como se me ha negado toda información del contenido de la reunión convocada bajo la exigua justificación del letrado de la Compañía de María de que a él su cliente no le habían encomendado ninguna negociación.

Llegados a este punto resulta injustificada mi asistencia a dicha reunión, ya que no soy reconocido como interlocutor al no haber ningún proceso negociador, y fundamentalmente al considerar que no se dan las condiciones mínimas que garanticen la posibilidad de acuerdos y discrepancias en igualdad de condiciones. La Compañía de María se considera con la capacidad unilateral de decidir y consiguientemente de estimar innecesario todo proceso negociador en el que exista otra parte que puede hablar, razonar y discrepar. Y en estas condiciones, queridos compañeros, quien os escribe desea transmitiros la realidad de la situación, mi desmotivación ante el fracaso en mi intento negociador, y mi escaso interés en volver a una reunión para “ver, oír y callar”, y en el mejor de los casos recibir una respuesta más o menos favorable acompañada de una reprimenda por nuestro mal comportamiento.

Así no se construye el FUTURO DE ESPERANZA en el que yo creo y por el que llevo trabajando 2 meses.

Que esta carta no os desanime, que yo seré el primero en seguir trabajando, y que alguien con más capacidad que yo para “comerse el orgullo” os represente en esa reunión con la suficiente entereza y capacidad para mantenerse firme y prudente.

lestonnac Ramón Meneses

Ahora, ¡tú tienes la palabra!

Va pasando el tiempo y nuestro compromiso es cada vez más grande. A quienes un día pensaron que nuestra capacidad de reivindicación se acabaría en cuatro días, a quienes alguna vez comentaron por lo «bajinis» que eso de las postalitas duraría «dos telediarios», a quienes en silencio esperaban gozosos nuestro desaliento, SENTIMOS COMUNICARLES que de eso nada. ¡Que NO!. Vaya, que no estamos por la labor de desfallecer y que no vamos a abandonar siguiendo el mal ejemplo de otr@s. Aquí seguimos con más fuerza que nunca después de la sabrosa tarta y los espiritosos chupitos que nos tomamos en Santo Toribio de Liébana, que por cierto ya es uno más de nuestros muchos aliados.

Bien. Ahora ha llegado el momento de cumplir un trámite burocátrico, que no es otro que el de comenzar a presentar las cientos de alegaciones que demostrarán que creemos en un urbanismo respetuoso con una ciudad participativa y con buenos equipamientos educativos. Con una ciudad dispuesta a crecer en la formación de sus niños y jóvenes. Y por eso vamos a atender la llamada de la Coordinadora a ese acto simbólico en el que una caja con nuestras alegaciones recorrerá la ciudad de mano en mano a través de la cadena de personas que creemos en un futuro para la Enseñanza. Por ello el MARTES 24 a las 5,30 de la tarde estaremos allí, «ENCADENADOS A LA ENSEÑANZA», para que nuestras alegaciones lleguen hasta la carpa municipal que atesora nuestro destino como ciudad.

Para animar a la gente y quitar dramatismo al significado de presentar una alegación, nos permitimos reproducir un comentario publicado en la web de la Coordinadora:

«Quiero animar desde aquí a la gente a mostrar su desacuerdo con el planteamiento que hace la Revisión del PGOU sobre la parcela del Colegio, y trasladar a todo el mundo que no es una cuestión conflictiva, sino el más elemental derecho de todo ciudadano a mostrar su parecer sobre cómo será nuestra ciudad del futuro. La construcción de una ciudad tiene en el PGOU su principal instrumento, y como tal nace de un procedimiento contradictorio en el que se ponen sobre la mesa intereses, ilusiones y soluciones que entre sí son incompatibles y distantes. Donde unos quieren un parque, otros quieren una bolera y otros unos terrenos edificables. Al final se trata de conciliar al máximo todos los intereses manifestados a través de este procedimiento de presentar sugerencias o alegaciones. En nuestro caso es algo obvio, que las 500 familias que “habitamos” el Colegio defendemos su continuidad y su actual ubicación, y además de nosotros los otros 18.000 ciudadanos que con sus firmas apoyan, por unos u otros motivos, la continuidad de La Enseñanza.

Esta voluntad, que se contrapone a otras voluntades y a otros intereses, tiene que manifestarse a través del procedimiento adminsitrativo habitual que no es otro que presentar nuestras alegaciones en defensa de nuestro parecer. El hecho de que se hayan elaborado diferentes modelos responde a que en ese amplio abanico de personas que defienden un objetivo común (que la parcela del Colegio siga utilizándose para Colegio), pueden existir diferentes motivaciones para solicitarlo. Porque además de concentrarse, y realizar encuentros, y mantener entrevistas, es imprescindible realizar las peticiones por los cauces reglamentarios, animo a todos los que desean lo mejor para el Colegio y para la ciudad a rellenar uno de los modelos y hacerlo llegar al Colegio o mejor aún traelo en mano y participar de esa cadena humana que llevará en volandas nuestros sueños de próspera y larga vida para LA ENSEÑANZA».

Fuente: Colegio en lucha.

Construiremos un proyecto educativo con futuro

Nos hemos puesto manos a la obra y ahora nada nos puede parar. Nos sentimos capaces y con fuerzas para alcanzar los objetivos más elevados, para trabajar con tesón y sin desfallecimientos en la construcción de un renovado proyecto educativo para «La Enseñanza», que garantice un nuevo y fecundo periodo formando jóvenes en la ciudad de Santander.

La Historia nos ha situado en un momento difícil, en una encrucijada de caminos, y hemos apostado por el camino más difícil: el del esfuerzo, el del trabajo, el del tesón, el de seguir haciendo historia y no diluirnos en los brazos de la sociedad de “la desidia”, del “todo vale”, del “qué más da”. Podríamos decir que vivimos momentos críticos, en una sociedad en la que los valores se destruyen con la misma facilidad que navegamos por internet. Solamente actitudes responsables y comprometidas pueden echar un pulso a esa “sin razón” que parece atraparlo todo.

Y en medio de la vorágine de los tiempos que nos ha tocado vivir, se nos plantea, como un difícil pulso, la decisión de poner fin al proyecto educativo en el que veníamos confiando desde hace muchos años como el referente a tanta ausencia de criterio. Estamos en un momento crítico en el que más que nunca resulta necesario afianzar esas raíces de humanismo cristiano que ha mantenido el firme compromiso de enseñar a nuestros hijos educando, formando.

Pues bien, no nos conformamos con el anuncio de cierre. Asumimos este zarpazo, como un sufrimiento necesario para la maduración de nuestro proyecto educativo, para lanzarnos hacia un salto cualitativo en el que la sociedad laica no se limite a elegir un modelo de enseñanza, sino que asuma el compromiso de compartir las dificultades y la responsabilidad de tripular los barcos que transportan a nuestros hijos en el difícil mar de la educación.

Y como no nos conformamos, hemos tendido puentes de dialogo y hemos trazado planes de futuro. Y además, hoy nos proponemos dispensar la RECETA para un nuevo proyecto de “La Enseñanza”:

  • Hacer una sólida y consistente masa que nos servirá de base. Para ello debemos mezclar en iguales proporciones 400 años de historia y tradición y 155 años de experiencia. Amasar hasta que ambos ingredientes estén perfectamente ligados y extender.
  • Sobre esta base extenderemos una buena capa de humanismo cristiano (cuanto más gorda, más jugoso resultará nuestro plato). Sazonar con buenas dosis de criterio y sentido común, de modo que evitemos el amargor de las dificultades y los sufrimientos.
  • En recipiente aparte, introducimos 155 ml. de proyecto educativo, entre 35 y 40 unidades de profesorado con experiencia, media docena de profesionales de administración y 900 gramos de paternidad comprometida. Batir con energía en una misma dirección y cuando esté casi a punto de nieve añadimos una dosis de la afamada fórmula de la Compañía de María.
  • Verter sobre la base que habíamos preparado anteriormente y meter a hornear a temperatura media durante un tiempo prudencial, despacio pero sin pausa. Durante el tiempo de horneado, rociar continuamente con buenas dosis de ILUSION.

El resultado será sin duda un magnífico proyecto educativo que alimentará a miles de familias durante otros 150 años más.

Queremos insistir en este último de los ingredientes, la ILUSIÓN. La ilusión constituye un contorno esencial para nuestro futuro. Tener ilusión nos lleva a programar objetivos, a soñar con dar lo mejor de nosotros mismos para llegar a la cima que nos planteamos, a crecernos ante las dificultades y superar con esfuerzo los escollos que encontramos en nuestro camino hasta el destino elegido. Tener ilusión es fijarse como punto de llegada la meta más ambiciosa para nuestras vidas. Tener ilusión es estar vivo y ser un poco más humano en una sociedad deshumanizada. En los tiempos que nos ha tocado vivir es imprescindible tejer una madeja de ilusiones que nos permita vislumbrar un horizonte con más humanidad. Y es preciso tener paciencia y perseverancia. Y, sobre todo, no abandonar. Tomemos entre todos la receta y hagamos nuestro menú a fuego lento: esa es nuestra propuesta. Porque todo va demasiado deprisa, pongamos un poco de serenidad en nuestras vidas y demos una oportunidad a la ilusión de un futuro. Nuestra propuesta está bien clara: trabajar sin prisa, con el alma, dando lo mejor que cada uno de nosotros poseemos, gozando con la tarea y disfrutando del trabajo bien hecho. De esta manera seremos los conductores de nuestra trayectoria a pesar de los mil avatares y dificultades que van erosionando nuestro camino.

Estamos convencidos de una cosa: a partir de hoy ENTRE TODOS CONSTRUIREMOS UN PROYECTO EDUCATIVO CON FUTURO: «LA ENSEÑANZA».

Fuente: Colegio en lucha

400 años

Todas las semanas, los lunes, cada grupo de Educación Secundaria elabora una oración especial que comparte con el resto a través de los altavoces. El objetivo es preparar la semana e iniciarla con unos momentos de reflexión.

Hoy es un día muy especial para todos los que formamos parte de la Compañía de María y, por eso, queremos recuperar la que realizamos el lunes 2. Esperamos que os guste.

Esta semana celebramos la Semana Santa, el período de más intensa actividad dentro de la Iglesia al celebrar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo

Pero para nosotros, alumnos y profesores de La Compañía de María, en este año 2007 tiene además un significado especial. El sábado 7 de Abril, además de Sábado Santo, el día que pasó Jesús en el sepulcro antes de resucitar, se cumple el aniversario del día en que el Papa Paulo V aprobó la primera orden religiosa femenina dedicada a la enseñanza y educación.

Hace 400 Años.

Con esta aprobación, Juana de Lestonnac vio concretarse su sueño en un genuino Proyecto Educativo orientado a entregarle a los jóvenes las herramientas éticas e intelectuales que les ayuden a testimoniar su fe católica y su propio valer como hombres y mujeres. En él se integra su intensa experiencia de vida, más la diversidad de aportes de su época, como el Humanismo de Miguel de Montaigne, las audacias calvinistas en la educación de la mujer o el sistema pedagógico de los jesuitas.

Hoy, cuatrocientos años después, la Compañía de María cuenta con una historia que le otorga la seguridad de que el estilo educativo de Santa Juana de Lestonnac y los elementos fundamentales de su pedagogía, han sido ratificados por la vida, por muchas vidas, dando respuesta con un estilo propio a los desafíos que los distintos tiempos han planteado.

Esta historia que nos trasciende; nos sitúa ante la responsabilidad de acoger este legado inagotable y continuarlo, expresándolo de una manera siempre renovada y nos compromete a seguir enriqueciéndolo a través del acto creativo y creador que es educar.

Por eso, hoy y aquí, más que nunca: ¡Que no se apague la llama encendida en todos nosotros!

La celebración de los 400 años de Colegio en lucha

Mi antiguo colegio es un tesoro necesario

Éste es el correo electrónico que nos hizo llegar hace unas semanas Raquel San Juan Pardo.

¿Te has enterado? Van a derribar tu antiguo colegio.

El otro día pasamos por el ayuntamiento y había un grupo manifestándose en contra del cierre. Yo miré a mi madre con cara incrédula, y pensé, ¡que vá! como van a cargarse mi colegio eso es imposible, seguro que te has enterado mal.

Pero hoy, no sé porqué, me ha dado por buscar en internet por asegurarme, y enseguida lo he encontrado, ¡¡era cierto!! , es como si algo de repente se rompiera dentro de mi.

Yo como tantas otras soy una de las alumnas que han pasado por este colegio, y que a pesar de guardar un especial recuerdo, la falta de tiempo y, ante todo, la comodidad han hecho que no haya encontrado el hueco necesario y poco a poco haya perdido el contacto con todo lo que rodea al que un día fue mi colegio.

Pero hoy, al ver el video, realizado con tanto esmero, algo se ha despertado en mi. De repente miles de recuerdos se han agolpado en mi mente. Todos esos lugares que aparecen en el vídeo me son familiares. En ellos he vivido momentos sobre todo felices, pero también alguno triste, esos momentos que guardas como tesoros y que inevitablemente, cuando piensas en ellos, te hacen sonreir. Aquellas fiestas que preparábamos con tanta ilusión ensayando en el salón de actos las canciones que íbamos a cantar después, los nervios que pasábamos cuando estábamos a punto de salir a actuar en las fiestas de Navidad y lo felices que íbamos con nuestros disfraces. Y pequeños detalles que lo hacían único como la lectura del periódico por los altavoces todas las mañanas, las clases de costura con la infinita paciencia de la madre Josefa y las clases de plástica dónde la madre Camino nos leía un libro que nos mantenía a todas expectantes y que sin duda incentivó mi amor por la lectura. Las convivencias, las jornadas solidarias… tantas cosas que recuerdo con cariño.

Pero, sobre todo, tantas personas, tantos profesores y tantas madres, que me enseñaron no sólo los conocimientos necesarios para seguir formándome, sino algo bastante más importante: valores que deseo, si alguna vez soy madre, mis hijos tengan la suerte de aprender.

Por eso hoy quiero aportar mi minúsculo grano de arena y sobre todo mandar muchos ánimos a todos los que estáis luchando por algo tan justo. Sabed que si necesitais algo podéis contar conmigo.

Desde un rincón de Corbán

Joaquín Rodríguez-Parets, antiguo alumno de «La Enseñanza» que cursa sus estudios en el Seminario de Monte Corbán, nos ha hecho llegar la siguiente reflexión.

Al hilo del documento de la Conferencia Episcopal; como dicen los obispos, nuestros padres, la Iglesia, que somos todos, está llamada a participar activamente en la educación de niños y jóvenes. Es tarea de todos la lucha por un colegio católico que ha formado en la fe a tantas personas.

Me entristece pensar que el lugar y la comunidad educativa que me vio crecer, que me acompañó en mi vocación y en tantos y tantos proyectos en los que nos hemos embarcado juntos, desaparezca por el desánimo de la Orden.

Sí, hay pocas vocaciones. En realidad faltan vocaciones a la vida religiosa, a la vida sacerdotal, a la familia… pero en un cristiano no cabe tirar la toalla. Un cristiano se parte la cara por un proyecto bueno para la comunidad. Vivimos en una sociedad en que la familia está descafeinada (separaciones, desatención…) y la vida religiosa no entra en los planes de nadie. Por eso los que optamos por el estilo de vida de Jesús tenemos que ser faros. Faros que iluminen, que destaquen por su luz en medio del mundo.

Desde luego que la Compañía de María tiene muchas cosas buenas que hacer fuera de Santander, pero ha adquirido un compromiso de 150 años de antigüedad. Un compromiso que sigue sirviendo a personas que, como yo un día, creyeron en el proyecto de Juana de Lestonnac y apostaron por «no dejar que se apague la llama». No, no forma parte del carisma de la Compañía el tirar la toalla.

Por eso animo a todos los que lucháis. A mi no me veréis en las concentraciones puesto que mi tiempo no lo administro yo. Pero contad con una fuerte oración, una oración que debemos hacer todos, porque sin Él nada podemos. La lucha no es sólo actividad y grito (que también), es petición y confianza. Los cristianos somos esperanza, vivimos en esperanza; como la Virgen Niña, que confió, esperó y vio resucitar a su Hijo cuando todo parecía perdido.

Sin más, os aporto tres claves para la lucha que no os pueden dejar indiferentes:

«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abre.«

(Mt. 7, 7-8)

Un abrazo muy fuerte a todos. Que no se apague la llama.

CCIV Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal

Hoy hemos presentado, micrófono y proyector en mano, el plan de viabilidad a los más de doscientos cincuenta padres y madres que han acudido a nuestra llamada. La atención prestada, el cálido y espontáneo aplauso con el que lo recibieron, las acertadísimas preguntas posteriores y las palabras de ánimo que nos animan a seguir unidos, pase lo que pase, establecen claramente nuestro compromiso. En breve dispondremos del documento para colgarlo en esta web, aunque podemos adelantar que este miércoles se va a presentar al Ayuntamiento de Santander y a comienzos de la semana que viene a los responsables de la Consejería de Educación.

Y mientras aguardamos con esperanza la respuesta de la Compañía de María, no viene mal una nueva reflexión. Reflexión que, una vez más, nos aporta Colegio en lucha. En esta ocasión sobre el documento que la Conferencia Episcopal ha realizado sobre la Loe.

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