Diez meses han pasado desde que la Compañía de María anunció a la asamblea de familias y personal de nuestro colegio su decisión unilateral de finalizar su actividad educativa en Santander. Esta decisión, profundamente equivocada, estuvo precedida de actuaciones capciosas ante los responsables educativos, urbanísticos y escolares, ahora desveladas una a una con el devenir del tiempo. El abandono educativo inmediato comunicado en asamblea, fue rectificado oficialmente diez días después asegurando el cumplimiento del vigente Concierto hasta el curso 2008-09; la recalificación urbanística inicialmente propuesta nunca fue acreditada con la existencia de una nueva parcela en el municipio; y las negociaciones de transferencia de la titularidad educativa a los representantes escolares fueron abrupta e injustificadamente truncadas por la Orden. Por si estos argumentos no fueran suficientes para desacreditar la medida tomada, la decisión se adoptó desconsiderando frontalmente el legado de una Congregación fundada en la misión educativa en el mismo año de su cuarta celebración centenaria, y menospreciando la respetabilidad de nuestro colectivo. Todos fuimos testigos en aquella asamblea de la actitud exhibida por los representantes enviados por la Compañía de María.
En defensa de este colegio, la asociación La Enseñanza Siglo XXI ha venido realizando desde el primer día innumerables actividades, gestiones y entrevistas que la prensa local, esta página Web y los comunicados escritos, han ido recogiendo al ritmo que sucedían los acontecimientos. Con igual determinación continuará en lo sucesivo. Las cartas intercambiadas con la Orden en la búsqueda de una solución válida para todos, y que expresan los puntos de vista de ambas partes, se hacen públicas de nuevo, una vez que, hace pocos días, la Congregación ha vuelto a pronunciarse.
¿Qué ha cambiado desde entonces? ¿Qué permanece? Permanece la voluntad de la Compañía de María de cesar su actividad, si bien se introduce recientemente la posibilidad de demorar temporalmente el abandono si fructificara una de las dos vías que identifica en su última carta. Permanece el desistimiento de comprometerse efectivamente en la búsqueda de soluciones alternativas. En su última carta la Orden dice: “vuestro Plan de Viabilidad es vuestro y Compañía de María…lo acepta…corresponde a la asociación su desarrollo” y termina esta carta afirmando que “no hemos sido requeridos para acompañaros en trámite alguno”. Afortunadamente, lo escrito se lee. Seis meses antes nuestra Coordinadora redactó, reclamó, y comunicó el compromiso titulado “Compromiso de la Orden Compañía de María para trabajar en una alternativa de viabilidad para el colegio -La Enseñanza Compañía de María- de Santander” donde se expresa formal y fehacientemente la petición de asunción de ese compromiso. Más aún, reiteradas veces fue requerida verbalmente la Orden para afrontar el reto de desarrollo del Plan de Viabilidad. Permanece también la soledad de la Compañía de María en este cese, permanece su aislamiento en todos los ámbitos de actuación.
Por otra parte, han cambiado muchas cosas. Esencialmente, ha cambiado la percepción pública de esta crisis educativa, que se extiende desde el ciudadano común a la totalidad de los responsables educativos, municipales, religiosos, políticos y sindicales de ámbito regional, y algún responsable nacional. En noviembre de 2007 nadie duda de la verdadera naturaleza del problema. Al tiempo, nuestro movimiento escolar, transformado en asociación ciudadana, ha ganado en respeto social y en la confrontación de los argumentos, y ha neutralizado la propuesta de modificación urbanística con la presentación de miles de alegaciones al PGOU. Más aún, auspiciadas por el Ayuntamiento han surgido iniciativas, actualmente no declaradas por la Orden, de otras entidades educativas de reconocido prestigio de continuar este colegio en su actual emplazamiento. Ha cambiado también la capacidad de maniobra de la Congregación, que ahora manifiesta preocupación por la proximidad del término del plazo para alcanzar una solución válida. Próximamente será convocada una importante asamblea donde la Junta Directiva explicará ampliamente la situación actual y contestará a cuantas preguntas deseen formular los asociados. Desde aquí hacemos un llamamiento a la participación en la misma.
¿Está todo resuelto? No, la Compañía de María no ha decidido todavía acometer alguna de las posibles y existentes soluciones para que siga nuestro colegio donde estuvo durante 155 años, en Vía Cornelia. En su última carta presenta una exposición de la crisis basada en una doble alternativa que pretende, indirectamente hacer equivalentes dos soluciones de continuidad, o veladamente atribuir la responsabilidad de un posible cierre a nuestra asociación. No, esas soluciones ni son las únicas, ni son equivalentes, y por supuesto esa responsabilidad le corresponde indudablemente a la Orden, sea cual fuere el criterio que lo juzgara. La alternativa de la Orden carece de todo respaldo administrativo o social, aunque obviamente, tiene la fuerza de pertenecer a las titulares del Concierto y de las instalaciones actuales; la alternativa propuesta por la Asociación de seguir en su actual emplazamiento goza del consenso general e incluso ha generado el interés de participación de otra entidad educativa. Con la convicción de estar avalados por la razón y haciendo propia la célebre frase de Napoleón “la victoria es del más perseverante”, os adelantamos que en fechas próximas será intensificadas nuestras acciones para las cuales resulta imprescindible vuestra colaboración. Ahora más que nunca se requiere la participación activa de todos porque es necesario completar esta reivindicación que tan cívicamente hemos iniciado, y por la cual hemos sido felicitados por distintas autoridades.
Muchos han sido los llamamientos de la asociación La Enseñanza Siglo XXI a la Compañía de María para colaborar positivamente en superar esta crisis y reeditar un proyecto educativo con enormes posibilidades de ser acrecentado en su, hoy centenario, prestigio. Sin embargo, el tiempo se acaba y con su término todos, Asociación y Congregación, quedamos expuestos a un final indeseable e impropio de la tradición que nos acoge. Dice un milenario proverbio chino que “el sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo un necio se queda sentado en él”
Luis Fernando Mantilla – Vocal de la Asociación La Enseñanza Siglo XXI