La postura del Obispo de Santander

El miércoles pasado, se publicó en El Diario Montañés una carta de Laly Pila referida a la postura del actual Obispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora, sobre nuestro colegio.

Señor director:

Vuelvo a escribirle pasados unos meses para seguir hablando sobre el cierre del colegio La Enseñanza de Santander. Resumo la situación contando que en febrero del 2007 las religiosas de la Compañía de María comunican su intención de cierre y los motivos que dan a día de hoy no han sido sinceros. Se les ha ofrecido un abanico de soluciones y no han aceptado ninguna, dejando ver claramente que su única intención y verdad es el dinero. Se han tocado muchas puertas pidiendo ayuda, la gente de la calle nos respondió con 18.000 firmas apoyando la continuidad del colegio. También nos respondieron otros estamentos, pero donde yo quiero llegar es al momento en el que se toca a la puerta al Obispado, y se nos dice: Os comprendo, he seguido de cerca vuestro problema pero no puedo hacer nada (recuerdo que el colegio pertenece a una orden religiosa). ¿Qué no puede hacer nada el señor obispo frente a un problema así?

Me echo las manos a la cabeza cuando en los últimos días en la televisión surgen debates sobre si la Iglesia está siendo atacada por el gobierno, si la familia está en peligro, etc., y cuando la pelota está en su tejado nada, palmaditas en la espalda y que os pudráis.

¿No le importa a la Iglesia que la familia de la Enseñanza desaparezca? ¿No le importa separar a esos niños que se están educando juntos durante muchos años y para ellos forman parte de su familia? Creo recordar de mis clases de religión (en esas aulas que hoy están amenazadas por una pala excavadora) que una de las funciones de los obispos es la de gobernar a sus hermanos a los que debe guiar, ayudar y llegado el caso corregir. Buscará el bien de sus súbditos.

Pues bien está claro que las religiosas de C.M. se están equivocando y el señor obispo de Santander nos las ayuda a corregir en su error ¿por qué? Si el señor obispo no puede hacer nada por el futuro de un colegio religioso. ¿Qué función tiene? ¿para qué está? La Iglesia seguirá quejándose de su situación pero la culpa de muchas de las cosas (falta de fe, falta de confianza, etc.) la tienen sus propios miembros.

¿Cómo se puede predicar sin dar ejemplo? A mi, sinceramente, me da vergüenza.

Laly Pila Martínez

Especulación con «La Enseñanza»

Vista aérea del colegioSí, al iniciar la redacción de esta tribuna, en mi deseo de transmitir al lector la realidad actual y profunda del colegio santanderino que el entrecomillado del título denomina, advertí que la palabra más adecuada para etiquetar estos párrafos debía ser ésta, especulación. Seguramente la inmensa mayoría de ustedes cree tener una idea clara del tenor de este escrito. Probablemente han asociado la palabra al ámbito del negocio urbanístico y sus enormes plusvalías generadas a una minoría en detrimento de la mayoría. Sin embargo, el propósito principal de esta tribuna no se describe con esa acepción lingüística, sino con aquella que la Real Academia Española define como «acción o efecto de especular -meditar, reflexionar con hondura-». Meditar en profundidad acerca de los perjuicios educativos y sociales, y de las responsabilidades del intento de cierre de un colegio de quinientos alumnos, con más de siglo y medio de tradición y prestigio académicos, paradigma -entre los colegios concertados- de integración de inmigrantes, núcleo de encuentro y convivencia de familias y docentes, y fragmento del entramado social en el centro de esta ciudad. Hagan un ejercicio de abstracción y síntesis histórica imaginando la evolución, desde su inicio en 1852 hasta nuestros días, del entorno ciudadano de estas aulas domiciliadas en Vía Cornelia 2. Entonces percibirán, a través del ambiente escolar y la convivencia urbana tejidos paulatinamente a ambos lados de sus muros, el auténtico significado del colegio ‘La Enseñanza’. Éste es el empeño de estos párrafos: reflexionar hondamente acerca de la responsabilidad de la desaparición de un colegio vivo.

Continuar leyendo «Especulación con «La Enseñanza»»

La crisis es de la Compañía de María

Como no nos hemos cansado de repetir, la crisis que tiene la Compañía de María en España no se puede proyectar sobre nuestro colegio y acompañarla de motivos tan peregrinos como la crisis de matrícula, la crisis económica o el estado del edificio (ya le gustaría a muchos colegios concertados de la región gozar de unas instalaciones como las nuestras). El periodista Francisco José Fernández de la Cigoña, en su bitácora La cigüeña de la torre dedicada a la actualidad de la iglesia católica, ha escrito un texto sobre la situación que atraviesa nuestro colegio, enlazado con la de la Compañía de María en España. De él extraemos el siguiente fragmento:

Las monjas de la Enseñanza han sido en España una referencia. Cientos de miles de jóvenes se educaron en sus colegios en los que desarrollaron una labor admirable. Eran absolutamente jesuiticas, hasta el extremo de que el verdadero nombre de la Orden es el de Religiosas de la Compañía de María Nuestra Señora. Compañía de Jesús, Compañía de María. Quisieron ser lo mismo en femenino.

Fueron tantos sus méritos que hasta llegaron a perder, ante la mayoría de las gentes, su verdadero nombre. Y pasaron a ser las monjas de la Enseñanza. Por antonomasia. Más que cualesquiera otras. Por algo sería.

Pero llegó el postconcilio y la crisis de la Iglesia y en concreto de la Compañía de Jesús las arrastró. Y hoy, con las excepciones personales que se quieran, son una de las congregaciones femeninas más secularizadas. Y eso las ha hundido. Porque han desaparecido las vocaciones.

No estoy en situación de suministrar a mi amable lector la serie de ese descenso que, salvo milagro, las lleva a la desaparición. Seguro que en el obispado de Santander tienen los Annuarios Pontificios y, por ellos, se puede seguir ese precipitarse en el vacío. Otra cosa es que le permitan acceder a ellos. Pero eso ya no es cosa mía.

Yo sólo dispongo de los correspondientes a los años 1974, 1987 y 2001. Y son suficientemente ilustrativos. En 1973 había 3.120 religiosas de la Compañía de María. En 1986 eran ya solamente 2.386. Y en 2000, eran ya sólo 1.866. Hoy supongo que rebasarán en muy poco las 1.500. Y eso que a tantos fastidia que se diga pero que es pura verdad de Dios.

Merece la pena leer el texto completo para añadir estos detalles a la visión de conjunto que hemos ido formando en los últimos once meses. Podéis leerlo en el siguiente enlace.

Son ellas las que están en crisis, no nosotros. Y no sólo de vocaciones.

Carta a los Reyes Magos

Queridas Majestades:

Ante todo tenemos que deciros que hemos sido buenos. Hemos aprovechado bien el tiempo en el colegio, en casa y en el trabajo y, además, hemos tenido un año muy agitado porque hemos tenido que salir a la calle a defender la pervivencia de La Enseñanza, nuestro centro educativo.

Queremos pediros cosas importantes, que no son materiales, y que pueden ser beneficiosas no sólo para la comunidad educativa, sino para todos los vecinos de Santander y los ciudadanos de Cantabria.

Os pedimos:

  • En primer lugar, que la Compañía de María deje de esconderse y nos diga claramente que pretende. Sabemos que quieren cerrar el colegio, pero no nos sirven ya los argumentos que esgrimen. Podrá haber crisis de vocaciones, pero no colegio en crisis. Hemos demostrado que la matriculación se mantiene y si nos dejan lo seguirá haciendo e incluso creciendo.
  • En segundo lugar, que el Ayuntamiento de Santander nos siga apoyando como hasta ahora y no apruebe en el Plan General de la ciudad nada que suene a ‘pelotazo’ urbanístico. Queremos que el colegio siga donde está y, si es posible, con mejores instalaciones para dar servicio al centro de la ciudad y evitar su muerte.
  • En tercer lugar, que la Consejería de Educación mantenga su promesa de cedernos los conciertos para que se hagan realidad los planes de futuro del colegio. También pretendemos que Compañía de María no se vaya ‘de rositas’ y cumpla su compromiso educativo hasta el final sin esconderse en una crisis inexistente.
  • En cuarto lugar, que el Obispado de Santander interceda ante la orden religiosa para que negocien de verdad con la Asociación ‘La Enseñanza siglo XXI’, en la que estamos padres alumnos, profesores y personal del centro educativo.

Sabemos que son muchas cosas y que tenéis que repartir a todo el mundo, pero os prometemos que si atendéis nuestras peticiones sabremos ser agradecidos y compartiremos con todos los vecinos de Santander la alegría de mantener un colegio vivo y moderno en el centro de la ciudad

¡Que no se apague la llama!

Desde la asertividad, una visión de conjunto

Diez meses han pasado desde que la Compañía de María anunció a la asamblea de familias y personal de nuestro colegio su decisión unilateral de finalizar su actividad educativa en Santander. Esta decisión, profundamente equivocada, estuvo precedida de actuaciones capciosas ante los responsables educativos, urbanísticos y escolares, ahora desveladas una a una con el devenir del tiempo. El abandono educativo inmediato comunicado en asamblea, fue rectificado oficialmente diez días después asegurando el cumplimiento del vigente Concierto hasta el curso 2008-09; la recalificación urbanística inicialmente propuesta nunca fue acreditada con la existencia de una nueva parcela en el municipio; y las negociaciones de transferencia de la titularidad educativa a los representantes escolares fueron abrupta e injustificadamente truncadas por la Orden. Por si estos argumentos no fueran suficientes para desacreditar la medida tomada, la decisión se adoptó desconsiderando frontalmente el legado de una Congregación fundada en la misión educativa en el mismo año de su cuarta celebración centenaria, y menospreciando la respetabilidad de nuestro colectivo. Todos fuimos testigos en aquella asamblea de la actitud exhibida por los representantes enviados por la Compañía de María.

En defensa de este colegio, la asociación La Enseñanza Siglo XXI ha venido realizando desde el primer día innumerables actividades, gestiones y entrevistas que la prensa local, esta página Web y los comunicados escritos, han ido recogiendo al ritmo que sucedían los acontecimientos. Con igual determinación continuará en lo sucesivo. Las cartas intercambiadas con la Orden en la búsqueda de una solución válida para todos, y que expresan los puntos de vista de ambas partes, se hacen públicas de nuevo, una vez que, hace pocos días, la Congregación ha vuelto a pronunciarse.

¿Qué ha cambiado desde entonces? ¿Qué permanece? Permanece la voluntad de la Compañía de María de cesar su actividad, si bien se introduce recientemente la posibilidad de demorar temporalmente el abandono si fructificara una de las dos vías que identifica en su última carta. Permanece el desistimiento de comprometerse efectivamente en la búsqueda de soluciones alternativas. En su última carta la Orden dice: “vuestro Plan de Viabilidad es vuestro y Compañía de María…lo acepta…corresponde a la asociación su desarrollo” y termina esta carta afirmando que “no hemos sido requeridos para acompañaros en trámite alguno”. Afortunadamente, lo escrito se lee. Seis meses antes nuestra Coordinadora redactó, reclamó, y comunicó el compromiso titulado “Compromiso de la Orden Compañía de María para trabajar en una alternativa de viabilidad para el colegio -La Enseñanza Compañía de María- de Santander” donde se expresa formal y fehacientemente la petición de asunción de ese compromiso. Más aún, reiteradas veces fue requerida verbalmente la Orden para afrontar el reto de desarrollo del Plan de Viabilidad. Permanece también la soledad de la Compañía de María en este cese, permanece su aislamiento en todos los ámbitos de actuación.

Por otra parte, han cambiado muchas cosas. Esencialmente, ha cambiado la percepción pública de esta crisis educativa, que se extiende desde el ciudadano común a la totalidad de los responsables educativos, municipales, religiosos, políticos y sindicales de ámbito regional, y algún responsable nacional. En noviembre de 2007 nadie duda de la verdadera naturaleza del problema. Al tiempo, nuestro movimiento escolar, transformado en asociación ciudadana, ha ganado en respeto social y en la confrontación de los argumentos, y ha neutralizado la propuesta de modificación urbanística con la presentación de miles de alegaciones al PGOU. Más aún, auspiciadas por el Ayuntamiento han surgido iniciativas, actualmente no declaradas por la Orden, de otras entidades educativas de reconocido prestigio de continuar este colegio en su actual emplazamiento. Ha cambiado también la capacidad de maniobra de la Congregación, que ahora manifiesta preocupación por la proximidad del término del plazo para alcanzar una solución válida. Próximamente será convocada una importante asamblea donde la Junta Directiva explicará ampliamente la situación actual y contestará a cuantas preguntas deseen formular los asociados. Desde aquí hacemos un llamamiento a la participación en la misma.

¿Está todo resuelto? No, la Compañía de María no ha decidido todavía acometer alguna de las posibles y existentes soluciones para que siga nuestro colegio donde estuvo durante 155 años, en Vía Cornelia. En su última carta presenta una exposición de la crisis basada en una doble alternativa que pretende, indirectamente hacer equivalentes dos soluciones de continuidad, o veladamente atribuir la responsabilidad de un posible cierre a nuestra asociación. No, esas soluciones ni son las únicas, ni son equivalentes, y por supuesto esa responsabilidad le corresponde indudablemente a la Orden, sea cual fuere el criterio que lo juzgara. La alternativa de la Orden carece de todo respaldo administrativo o social, aunque obviamente, tiene la fuerza de pertenecer a las titulares del Concierto y de las instalaciones actuales; la alternativa propuesta por la Asociación de seguir en su actual emplazamiento goza del consenso general e incluso ha generado el interés de participación de otra entidad educativa. Con la convicción de estar avalados por la razón y haciendo propia la célebre frase de Napoleón “la victoria es del más perseverante”, os adelantamos que en fechas próximas será intensificadas nuestras acciones para las cuales resulta imprescindible vuestra colaboración. Ahora más que nunca se requiere la participación activa de todos porque es necesario completar esta reivindicación que tan cívicamente hemos iniciado, y por la cual hemos sido felicitados por distintas autoridades.

Muchos han sido los llamamientos de la asociación La Enseñanza Siglo XXI a la Compañía de María para colaborar positivamente en superar esta crisis y reeditar un proyecto educativo con enormes posibilidades de ser acrecentado en su, hoy centenario, prestigio. Sin embargo, el tiempo se acaba y con su término todos, Asociación y Congregación, quedamos expuestos a un final indeseable e impropio de la tradición que nos acoge. Dice un milenario proverbio chino que “el sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo un necio se queda sentado en él

Luis Fernando Mantilla – Vocal de la Asociación La Enseñanza Siglo XXI

Nueva postal

Postal 35

Iniciamos un nuevo curso con la ilusión de cada año. Los niños con la alegría de reencontrarse con su amigos y sus patios y los mayores con la esperanza de porder darles esa satisfacción muchos años más en un Colegio y en un proyecto educativo en el que confiamos.

Son muchas las cosas que han cambiado en estos meses, desde aquel fatídico 12 de febrero. Hemos cambiado nosotros, probablemente incluso nuestras vidas personales han cambiado sacudidas por la sorpresa, la tristeza y la indignación. Nos hemos renovado con ese aire nuevo que insufla la lucha desinteresada por aquello en lo que crees, y de ahí hemos crecido como personas. ero también han cambiado otras cosas. Fuera de nuestro Colegio se siguen moviendo las fichas en el complicado tablero de ajedrez de nuestra ciudad, y ahora no todos conservan las mismas posiciones.

Nuestra tarea es seguir resistiendo al pretendido expolio de nuestros derechos más elementales. Seguiremos trabajando para que la indecencia no siga usurpándonos espacios de vida y convivencia.

Empieza un nuevo curso y una nueva ilusión. Seguimos vivos y con más fuerza que nunca.

¡Desde la trinchera!

Colegio en lucha.

Tribuna libre: La Enseñanza Siglo XXI

La Asociación comienza su andadura aprovechando el tremendo impulso proporcionado por la Coordinadora. Convencidos de que la unión hace la fuerza, nos agrupamos en torno a la noticia del cierre del colegio La Enseñanza, nuestro colegio, y en un primer momento creamos la Coordinadora de afectados por el cierre. En esa dirección hemos trabajado hasta ahora afrontando el serio problema que se nos planteó.

El punto de partida de la asociación La Enseñanza Siglo XXI es lo vivido, una experiencia aleccionadora de que no hay que rendirse. Nuestra web ha mostrado desde el principio una clara intención de luchar para conseguir lo que creemos que es justo. La crisis vivida nos ha permitido pasar de la angustia a la esperanza. Seguimos vivos y fuertes, la confianza que habéis depositado en nosotros y nuestra firme creencia de que las cosas tienen arreglo nos han llevado a trabajar desde febrero y seguiremos haciéndolo bajo esta nueva denominación que define con rotundidad nuestra esperanza en el futuro

De la responsabilidad que supone el valorar algo que generaciones anteriores han ido creando y de la ilusión de mantenerlo, mimarlo y mejorarlo, adaptándolo a futuros retos, surge La Enseñanza siglo XXI. No es tarea fácil, pinta en oros (o en euros), y muchos condicionantes sobrevuelan sobre Vía Cornelia, por eso debemos trabajar con una inteligencia resuelta, debemos inventar soluciones y marchar con decisión, éste es nuestro compromiso.

Nuestro primer objetivo es la continuidad del colegio, y a él vamos a dedicar todos nuestros esfuerzos en el futuro más inmediato, adaptándonos a las situaciones que se nos vayan planteando, teniendo claro dónde queremos llegar. Era importante tener un soporte jurídico para nuestros próximos encuentros con organismos y administraciones, e incluso con la Orden, y también por eso se plantea la Asociación. Queremos representaros a todos, ser la cabeza visible de un colectivo que comparte objetivos, que comparte el ilusionante proyecto que estamos comenzando a crear y del que todos vosotros formáis parte. Como ya hemos dicho en ocasiones, hemos plantado una semilla pero habrá que regarla y cuidarla para que de el fruto deseado, ésta es nuestra misión.

Personalmente, no he perdido la esperanza de llegar a sentarnos en una mesa con las religiosas de La Compañía de María en el convencimiento de que ambos tenemos un mismo objetivo. Creo que el mantenimiento del colegio debería ser para la Compañía de María una “obligación”; el patrimonio que recibimos de nuestros ascendientes no es un regalo que ellos nos legan, es una obligación de cuidarlo y mantenerlo que asumimos para los que nos sucedan. Me gustaría que lo entendieran así y unir nuestras fuerzas para afrontar las dificultades que el presente plantea, pero sin abandonar, seguro que Santa Juana no aprobaría el abandono. Nosotros queremos seguir adelante con el proyecto, estamos preparados y dispuestos a trabajar codo con codo por marcar las líneas fundamentales de esta continuidad. Coordinemos intereses y voluntades y lleguemos a un fin común, como ya he escrito algunas veces: “es preciso ponernos brevemente de acuerdo”. Éste es nuestro reto.

Gracias por confiar en nosotros, seguimos caminando juntos.

QUE NO SE APAGUE LA LLAMA

Mar Martínez Díez (presidenta de la asociación)