Hace ya muchos siglos que las legiones romanas legaron a la humanidad una extensa red viaria que interconectando las provincias del Imperio hacía posible a cualquier persona arribar a la ciudad eterna. Actualmente esta frase, reconocida en muchas culturas del mundo, significa que, en una elección plural, cualquiera de las opciones tomadas conduce necesariamente al mismo resultado.
Para la comunidad educativa del Colegio “La Enseñanza” de Santander, Roma es la aceptación del compromiso de colaboración que nuestra Asamblea de familias, profesores y empleados, ha brindado al Equipo Provincial de España de la Compañía de María Nuestra Señora. Un compromiso sincero por el futuro de este colegio en el siglo XXI y un reconocimiento al rico pasado de la Compañía de María en Santander.
Roma es el destino y también el faro iluminador desde el cual Benedicto XVI dirigió días atrás un llamamiento a la Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de las Superioras Generales a quienes invitó a “huir de las comodidades y las conveniencias” y a “dedicarse con todo el empeño posible a la formación humana, cultural y espiritual de las personas”. Hemos caminado juntos, compartiendo valores basados en el Humanismo cristiano y en defensa de la libertad de elección del modelo educativo. No están lejanas opciones educativas diferentes que, sabedoras de la existencia probada de demanda escolar en el centro de la ciudad de Santander, esperan su oportunidad.
Eminente es la responsabilidad de la Compañía de María e indeclinable es alcanzar Roma, porque intensa es la luz del faro que ilumina el camino y palmaria es la senda que vuestra hermana Beatriz Acosta y el Equipo General marcó para toda la Orden el día 7 de abril del pasado año en su carta de inauguración de los actos de celebración del 400 aniversario. Todos los caminos llevan a Roma.
Desde Roma os dice, nos dice, “El inicio de la celebración del Cuarto Centenario es para la Compañía de María un motivo de gozo. Desde los diferentes contextos en los que estamos presentes nos sentimos unidas entre nosotras, y con todas y cada una de las personas con las que hacemos camino, para hacer de esta celebración un espacio de encuentro agradecido a la vida y a la historia.” Nosotros os preguntamos, ¿os sentís unidas a nuestra comunidad educativa para caminar juntos?
Continúa la Superiora General: “El sueño de Juana de Lestonnac se ha hecho y se sigue haciendo realidad gracias a las manos tendidas de muchas mujeres y hombres de diversas razas y culturas. La identidad de la Compañía de María, expresada en su misión educativa, se ha ido desplegando y enriqueciendo a través del tiempo y del espacio. Esto es lo que celebramos: El fruto de un Proyecto que, como el árbol cargado de años, tiene raíces profundas y brotes diferentes que han ido surgiendo al ritmo del viento del Espíritu y creciendo al son del calor y el color de cada uno de los pueblos.” Nuestras manos están tendidas protegiendo y ofreciendo la semilla, que ilustra una reciente postal en esta página web. Con vuestra ayuda la semilla brotará.
“Nuestro hoy de Compañía recoge una larga historia de fidelidades compartidas, nos enlaza con una cadena de mujeres y hombres que, a través de la educación, han sabido ser testigos de la humanidad de Dios. Celebrar la fidelidad siempre dinamiza y fortalece como Cuerpo, nos recuerda la importancia de saber permanecer y esperar a que aparezcan los brotes después de cada invierno.” Ha pasado ya el invierno, no esperemos al verano, hoy es primavera. ¿Imagináis mejor época del año para lograr un nuevo brote en este centenario árbol? No lo dudéis, es momento de fidelidades compartidas con esta comunidad que está dispuesta a encadenarse una vez más.
Continúa la carta: “Cuatrocientos años de historia son al mismo tiempo, para nosotras y nosotros, motivo de compromiso, una llamada a seguir construyendo juntos: A ser testigos del Dios hecho carne en nuestro mundo, a hacer posible el diálogo entre el evangelio y las distintas culturas. Nuestra sociedad plural y abierta nos desafía a dejar que resuenen las preguntas y a apostar por la búsqueda conjunta de las respuestas más adecuadas.”. La respuesta escrita que nuestra Asamblea os ha enviado es la concreción de ese desafío. ¡Dejad que resuene en vuestros oídos y deslumbre vuestros ojos, apostad por el compromiso conjunto!
Termina el Equipo General desde Roma: “Que este tiempo de celebración sea para todas y todos un encuentro con nuestras raíces; un impulso para seguir respondiendo a los desafíos educativos que nuestro hoy nos presenta; una apuesta por hacer real la solidaridad, la justicia y la paz y un compromiso renovado por los jóvenes.” Tiempo de celebración que el quince de mayo toma especial manifestación en la festividad de la Fundadora de la Orden. ¿Qué mejor momento para afrontar ese desafío?
Santa Juana iría a Roma, y celebraría con ilusión renovada este compromiso con una comunidad educativa tan llena de vida, donde es posible soñar en un futuro mejor para nuestros hijos en un entorno de fraternidad compartida. Soñar intensamente con los ojos bien abiertos por los peligros que nos acechan.
Tenemos todo preparado para el viaje. ¿Comparte la Provincia de España la senda romana del Equipo General? Vuestra es la palabra.
L. Fernando Mantilla